Conferencia sobre el libro de Habacuc

 Comenzamos esta conferencia en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

Al ver a este mundo con su injusticia y violencia muchos se preguntan: ¿Por qué Dios no hace algo?

Da la impresión de que el malo prospera y el justo sufre o pasa apuros. Los piadosos oran, pero algunas veces parece como si sus oraciones no sirvieran para algo.

Vamos a ver al Profeta Habacuc que enfrento esas dudas y hallo seguridad en su fe. 

 1:1 La profecía que vio el profeta Habacuc.

En esos tiempos, la justicia había desaparecido de la tierra; la violencia y la impiedad se encontraban por todos lados. En medio de esto, el profeta clamó por intervención divina.

 I. El profeta desea saber (pregunta directamente a Dios)

 ¿Por qué Dios está en silencio e inactivo?   Habacuc 1:2-4

¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, ¿y no salvarás? ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan.

Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia.

Este fue el primer problema que asombraba al profeta. Miraba el mundo de sus días y veía violencia, injusticia, destrucción, rencilla y contención. La ley no se cumplía; no se protegía legalmente a los inocentes, a los que sentenciaban como culpables, abogados egoístas y oficiales crueles manipulaban las cortes. Toda la nación sufría debido a la iniquidad del gobierno. Parecía que Dios no hacía algo al respecto. Además, a estos problemas internos, se agregaba la amenaza del Imperio Babilónico que estaba al asecho.

Entonces Dios le dio al profeta una respuesta

Habacuc 1:5. Estoy realizando una obra que te asombrará, exactamente le dijo.

1:5 Mirad entre las naciones, y ved, y asombraos; porque haré una obra en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis. Pablo lo cito en Hechos 13:41 Mirad, oh menospreciadores, y asombraos, y desapareced; Porque yo hago una obra en vuestros días, Obra que no creeréis, si alguien os la contare; refiriéndose al esparcimiento del evangelio entre los gentiles.

 Y le da los detalles de esa obra

 Habacuc 1:6-11Porque he aquí, yo levanto a los caldeos, nación cruel y presurosa, que camina por la anchura de la tierra para poseer las moradas ajenas. Formidable es y terrible; de ella misma procede su justicia y su dignidad. Sus caballos serán más ligeros que leopardos, y más feroces que lobos nocturnos, y sus jinetes se multiplicarán; vendrán de lejos sus jinetes, y volarán como águilas que se apresuran a devorar. 
Toda ella vendrá a la presa; el terror va delante de ella, y recogerá cautivos como arena. Escarnecerá a los reyes, y de los príncipes hará burla; se reirá de toda fortaleza, y levantará terraplén y la tomará. Luego pasará como el huracán, y ofenderá atribuyendo su fuerza a su dios.

 Dios le dice levantaré a los caldeos, quienes conquistarán a las naciones y serán mis instrumentos para castigar al pueblo. Y describe a los ejércitos caldeos y el cuadro no es alentador. Son feroces y ágiles; son terribles y formidables; vuelan como águilas y caen en picada para matar. No hacía falta hablarle a Habacuc del terror de los caldeos, porque conocía cuán perversos eran.

 Esta respuesta de Dios sólo le creó un nuevo problema a Habacuc. No entendía.

 Muchas veces también nosotros no entendemos; Dios está obrando y no nos damos cuenta de ello, simplemente porque no es lo que estamos esperando; recordemos Isaías 55:8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.

 Tributemos un aplauso al Señor

 Debemos tener presente

Ro 8.28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

 Aunque estemos pasando por tribulación

2 Cor 4.17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; 

 Habacuc no entendía ¿Cómo Dios puede usar una nación impía en una causa santa? Habacuc 1:12-17

 Cómo un Dios santo usaba a una nación tan malvada para castigar a su propio pueblo los judíos. Habacuc dice Es verdad que hemos pecado, y merecemos el castigo; pero los caldeos son mucho más perversos que nosotros. Si alguien merece castigo, son ellos.

Habacuc 1:12-13 ¿No eres tú desde el principio, oh Jehová, Dios mío, ¿Santo mío? No moriremos. Oh Jehová, para juicio lo pusiste; y tú, oh Roca, lo fundaste para castigar. Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio; ¿por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él, 

 ¿Puede un Dios santo ver que a su pueblo lo atrapan como a peces, como reptiles que no tienen a nadie?

 Habacuc 1:14-15 y haces que sean los hombres como los peces del mar, como reptiles que no tienen quien los gobierne? Sacará a todos con anzuelo, los recogerá con su red, y los juntará en sus mallas; por lo cual se alegrará y se regocijará. 

 Entonces los caldeos se jactarían: Nuestros dioses nos han dado la victoria

Habacuc 1:16-17 Por esto hará sacrificios a su red, y ofrecerá sahumerios a sus mallas; porque con ellas engordó su porción, y engrasó su comida. ¿Vaciará por eso su red, y no tendrá piedad de aniquilar naciones continuamente?

 No hay nada malo en que el creyente enfrente los problemas de la vida y trate de resolverlos. A veces parece como si a Dios no le importara nada; parece que se ha olvidado de los suyos y ayuda a los paganos, a lo largo de la historia, cuántos millones de creyentes han sufrido el martirio por su fe.

 Ante esto muchos se cuestionarían ¿Podemos adorar, confiar y servir con sinceridad a un Dios cuyos caminos parecen ser Contradictorios? Veamos lo que hizo Habacuc, en lugar de convertirse en un ateo o agnóstico

 II. Habacuc fue a su fortaleza para orar, meditar y esperar en el Señor

 Sabía que Dios oía su queja y que pronto le enviaría una respuesta. Dios en efecto contestó. Tengo un plan y un calendario, dijo Dios. Todo será a su debido tiempo, de modo que no te impacientes.

 Entonces Dios le asegura a Habacuc tres cosas maravillosas para animarlo y fortalecerlo durante esos días difíciles.

 El justo por su fe vivirá» Habacuc 2:4.

 Habacuc 2:1-4 Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja. Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella. Aunque la visión tardará aún por un tiempo, más se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará. He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; más el justo por su fe vivirá.

 Aquí se describe dos clases de personas: las que se enorgullecen debido a que confían en sí mismas, y las que son salvas y humildes debido a que confían en el Señor.

 Más el justo por su fe vivirá Este es uno de los versículos más importantes de la Biblia. Podemos leer en:

Romanos 1:17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá. (Enfatiza el justo)

 Gálatas 3:11 Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá; ;(enfatiza vivirá)

Hebreos 10:38 Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma. (Enfatiza por fe).

 Los caldeos eran los que se enorgullecían de sus victorias, sin darse cuenta de que Dios los tomo para conquistar.

Habacuc 2:5 Y también, el que es dado al vino es traicionero, hombre soberbio, que no permanecerá; ensanchó como el Seol su alma, y es como la muerte, que no se saciará; antes reunió para sí todas las gentes, y juntó para sí todos los pueblos. Así eran los Caldeos

Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar. Habacuc 2:14

 Sera llena dice; la tierra en el día de Habacuc no estaba llena del conocimiento de la gloria Dios, ni tampoco lo está hoy. Lo que estaban presentes son pecados que Dios aborrece, que son expresados en cinco ayes en los siguientes versículos:

 La agresión 2:6-8 ¿No han de levantar todos éstos refrán sobre él, y sarcasmos contra él? Dirán: ¡Ay del que multiplicó lo que no era suyo! ¿Hasta cuándo había de acumular sobre sí prenda tras `       prenda? ¿No se levantarán de repente tus deudores, y se despertarán los que te harán temblar, y serás despojo para ellos? Por cuanto tú has despojado a muchas naciones, todos los otros pueblos te despojarán, a causa de la sangre de los hombres, y de los robos de la tierra, de las ciudades y de todos los que habitan

en ellas. 

 La codicia 2:9-11 ¡Ay del que codicia injusta ganancia para su casa, para poner en alto su nido, para escaparse del poder del mal! Tomaste consejo vergonzoso para tu casa, asolaste muchos pueblos, y has pecado contra tu vida. Porque la piedra clamará desde el muro, y la tabla del enmaderado le responderá. 

 La violencia; 2:12-14 ¡Ay del que edifica la ciudad con sangre, y del que funda una ciudad con iniquidad! ¿No es esto de Jehová de los ejércitos? Los pueblos, pues, trabajarán para el fuego, y las naciones se fatigarán en vano. Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar.

 Embriaguez e inmoralidad: 2:15-17 ¡Ay del que da de beber a su prójimo! ¡Ay de ti, que le acercas tu hiel, y le embriagas para mirar su desnudez! Te has llenado de deshonra más que de honra; bebe tú también, y serás descubierto; el cáliz de la mano derecha de Jehová vendrá hasta ti, y vómito de afrenta sobre tu gloria. Porque la rapiña del Líbano caerá sobre ti, y la destrucción de las fieras te quebrantará, a causa de la sangre de los hombres, y del robo de la tierra, de las ciudades y de todos los que en ellas habitaban. 

 Idolatría: 2:18-19 ¿De qué sirve la escultura que esculpió el que la hizo? ¿la estatua de fundición que enseña mentira, para que haciendo imágenes mudas confíe el hacedor en su obra? ¡Ay del que dice al palo: Despiértate; y a la piedra muda: ¡Levántate! ¿Podrá él enseñar? He aquí está cubierto de oro y plata, y no hay espíritu dentro de él.  

 Estos son los mismos pecados que contaminan a las naciones en la actualidad. Y Dios los aborrece tanto hoy como lo hizo en el día de Habacuc. Pero sabe mi hermano, la promesa sigue en pie, el conocimiento de la gloria de Dios un día llenará la tierra, porque Jesucristo volverá.

 Mas Jehová está en su santo templo; calle delante de él toda la tierra. Habacuc 2:20

 Jehová Dios no ha de ser cuestionado ni su voluntad puesta en duda. Salmo 11:4 Jehová está en su santo templo; Jehová tiene en el cielo su trono; Sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres. Dios sigue en su trono. No tenemos necesidad de quejarnos ni de dudar, porque Él reina e interviene en los asuntos de las naciones. Habacuc pensaba que a Dios no le interesaban los problemas de la vida, pero descubrió que a Él le importaban mucho y que obraba según su plan y a su tiempo. Es por ello que el justo vive por fe.

  •  porque por fe andamos, no por vista 2 Cor 5:7
  • no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. 2 Cor 4:18

 Si miramos a nosotros mismos o a las circunstancias, nos desanimaremos y nos daremos por vencidos, pero si miramos a Dios por fe y hacia adelante a la gloriosa venida de Cristo, nos animaremos y seremos capaces de avanzar en victoria.

 Tributemos un aplauso al Señor

 III. El profeta adora

 ¡Habacuc es un hombre cambiado! En vez de quejarse, adora al Señor. Dios cambia nuestro lamento en baile

 Sal.30:11; si nosotros (como Habacuc) nos damos tiempo para esperar ante Él en oración y oír su Palabra.

 El profeta ora  

 Habacuc 3:2 Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia. 

Veo que estás obrando en este mundo, dice el profeta refiriéndose a verso 1.5. Ahora, continúa obrando; mantén viva tu obra. Habacuc sabe que habrá ira y juicio, por eso pide En la ira acuérdate de la misericordia. 

 Luego el profeta medita (Habacuc 3:3-16) repasa la historia de Israel y las obras maravillosas del Señor.

 Hace una descripción poética del poder formidable de Dios

  •  Luego el profeta medita (Habacuc 3:3-16) repasa la historia de Israel y las obras maravillosas del Señor.

 Hace una descripción poética del poder formidable de Dios

Habacuc 3:3-16

Dios vendrá de Temán, Y el Santo desde el monte de Paran. Su gloria cubrió los cielos, 
Y la tierra se llenó de su alabanza. 
Y el resplandor fue como la luz; Rayos brillantes salían de su mano, Y allí estaba escondido su poder. 
Delante de su rostro iba mortandad, Y a sus pies salían carbones encendidos. 
Se levantó, y midió la tierra; Miró, e hizo temblar las gentes; Los montes antiguos fueron desmenuzados, 
Los collados antiguos se humillaron. Sus caminos son eternos. 
He visto las tiendas de Cusán en aflicción; Las tiendas de la tierra de Madián temblaron. 
¿Te airaste, oh Jehová, contra los ríos? ¿Contra los ríos te airaste? ¿Fue tu ira contra el mar 
Cuando montaste en tus caballos, Y en tus carros de victoria? 
Se descubrió enteramente tu arco; Los juramentos a las tribus fueron palabra segura. Selah 
Hendiste la tierra con ríos. 
 Te vieron y tuvieron temor los montes; Pasó la inundación de las aguas; El abismo dio su voz, 
A lo alto alzó sus manos. 
El sol y la luna se pararon en su lugar; A la luz de tus saetas anduvieron, Y al resplandor de tu fulgente lanza. 
Con ira hollaste la tierra, Con furor trillaste las naciones. 
Saliste para socorrer a tu pueblo, Para socorrer a tu ungido. Traspasaste la cabeza de la casa del impío, 
Descubriendo el cimiento hasta la roca. Selah 

Horadaste con sus propios dardos las cabezas de sus guerreros, Que como tempestad acometieron para dispersarme, Cuyo regocijo era como para devorar al pobre encubiertamente. 
Caminaste en el mar con tus caballos, Sobre la mole de las grandes aguas. 

 Habacuc sabía que Dios obró en el pasado y por consiguiente podía confiar, que Él obrará en el presente y en el futuro. Habacuc hace este recuento de las proezas y milagros que Dios había hecho para salvar a Israel en el pasado, y así, recordando las obras que Dios hizo a favor de su pueblo, el profeta combatía el temor que lo había abrumado.

 Oí, y se conmovieron mis entrañas; A la voz temblaron mis labios; Pudrición entró en mis huesos, y dentro de mí me estremecí; Si bien estaré quieto en el día de la angustia, Cuando suba al pueblo el que lo invadirá con sus tropas. 

La noticia de la futura invasión que vendría de Babilonia conmovió profundamente a Habacuc, tanto así que, parece ser que llegó a enfermarse físicamente. Sin embargo, él decidió estar tranquilo en el día en que la invasión viniera contra su pueblo.

Finalmente, el profeta adora (Habacuc 3:17-19). Habacuc se dio cuenta de que Dios no debía ser adorado simplemente por las bendiciones temporales que Él otorgó, sino por lo que Él es.

 Habacuc 3:17-19 Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación. Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar. Al jefe de los cantores, sobre mis instrumentos de cuerdas.

 Tremenda confesión de fe, aunque todo al mí alrededor falle: No tenga los productos con los que el ciudadano común de ese tiempo podía mantenerse él y su familia. Los higos, las uvas, el aceite y las olivas, los frutos de la tierra, las ovejas con su lana y su leche, y las vacas con su carne y su leche, con todo yo me regocijaré en el Señor.

 Habacuc sabía que no tenía fuerza propia, él dijo Jehová el Señor es mi fortaleza para atravesar las pruebas que estaban por venir.  Él hace mis pies como de ciervas, las ciervas brincan sobre las rocas y peñascos sin perder el equilibrio. Así, podemos seguir los senderos más difíciles sin dar un solo paso en falso. Y en mis alturas me hace andar.

 Lo mismo nos dice Filipenses 4:11-13. No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. 

 Habacuc miraba a través de la niebla y se maravilló del plan de Dios, pero en Cristo nosotros conocemos los planes de Dios. Tenemos la Biblia para estudiar y Habacuc no la tenía. Tenemos la vida, muerte, resurrección y ascensión de Jesucristo, así como la promesa de su venida. Si alguien debe andar por fe y regocijarse en el Señor, es la iglesia cristiana de hoy.

Nos ponemos en pie y oremos; Gracias Señor Jesucristo te damos hoy por esta maravillosa exposición de tu palabra dada mediante tu Espíritu Santo, Para ti es la gloria la honra y la alabanza desde ahora y por la eternidad.