NO NOS PREDICAMOS A NOSOTROS MISMOS SINO A JESUCRISTO COMO SEÑOR

Vivimos en un mundo en el cual se induce a un verdadero culto a la personalidad y eso conlleva a un tipo de idolatría, eso lo vemos en el mundo, con personas los famosos, deportistas, cantantes, actores, actrices, escritores y también se da dentro de la iglesia con los siervos de Jesucristo.

Estamos hablado de siervos de Jesucristo que incluye pastores, maestros, evangelistas, creyentes en general.

Son tantos los casos de “siervos del Señor” entre comillas que henchidos de su bien o mal habida fama se jactan de sus genuinos o ficticios logros.

Así resultan los falsos apóstoles, falsos profetas, falsos pastores, falsos obispos, falsos maestros, falsos evangelistas, falsos creyentes.

Dejan de lado las enseñanzas de la palabra Dios, la tuercen para su beneficio:

  • El ser amadores de sí mismo los delata
  • Sobreponen su nombre al nombre que es sobre todo nombre, buscando fama.
  • Se predican ellos mismos, enalteciéndose, vanagloriándose. 
  • Se consideran vasos de oro, con una posición especial al resto, dicen ser los únicos ungidos de Dios y con la capacidad de dar unción. 
  • Consideran que su palabra está sobre la palabra de Dios, porque ellos dicen que Dios le da directamente nuevas revelaciones. Tienen en su boca “El Señor me dijo”, de esa manera predican un evangelio falso.
  • Piensan que la grey es de ellos, se sirven de los creyentes en vez de ser servidores del reino (ser verdaderos siervos). Omiten que la grey es de Dios. 
  • Gustan de la palabra éxito y lo buscan y lo muestran por la cantidad de miembros de su iglesia y por el presupuesto que manejan. Y todo lo consideran producto de sus méritos.
  • Se muestran llenos de lujos materiales (lujosas residencias, autos de alta gama, ropa fina, joyas, relojes carísimos, hasta aviones propios)
  • Mostrando esa mal habida, vida de prosperidad, como ejemplo a seguir por sus seguidores. Omitiendo el ser imitadores de Cristo.
  • Por lo tanto dejan de depender de Dios y dependen de las persona, y de sus posesiones materiales.
  • El amor no obra en ellos para con la grey de Dios.      

En 2 Corintios 4:5-12 La palabra de Dios nos enseña que un verdadero siervo de Jesucristo reconoce que todo lo que produce su ministerio es por obra y gracia de Dios.

Empecemos considerando la actitud del Apóstol Pablo en el ministerio.

2 Corintios 4:5 Porque no nos predicamos a nosotros mismos,  sino a Jesucristo como Señor,  y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús.

A pesar de ser Apóstol y de todos los logros alcanzados en la obra del Señor, el Apóstol Pablo jamás hacía alarde de eso para obtener la admiración de la gente. Dice Porque no nos predicamos a nosotros mismos, lo cual significa que el tema de su predicación no era él mismo o sus logros. El tema de su predicación era siempre Jesucristo es el Señor. Señor significa el Amo, el Dueño. Su predicación  se caracterizaba por honrar y exaltar al Señor Jesucristo. Si por alguna razón tenían que hablar de sí mismos, entonces se aseguraban que todos entiendan que el Apóstol Pablo y los que estaban con él,  eran vuestros siervos por amor de Jesús. La palabra que se ha traducido aquí como siervo, significa en realidad esclavo es decir su vida totalmente sujeta a su amo. Es la misma palabra para siervo que se usa en

Rom 6:22, Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. 

También es la misma palabra para siervo que se usa en

Lucas 17:7-10 ¿Quién de vosotros, teniendo un siervo que ara o apacienta ganado, al volver él del campo, luego le dice: Pasa, siéntate a la mesa? ¿No le dice más bien: Prepárame la cena, cíñete, y sírveme hasta que haya comido y bebido; y después de esto, come y bebe tú? ¿Acaso da gracias al siervo porque hizo lo que se le había mandado? Pienso que no. Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos.

Los esclavos no tienen derechos solo deberes, por eso no debemos considerarnos con derechos delante del Señor Jesús.

Si vamos a lo que dice la real academia de la lengua española también nos dice el siervo es el esclavo.

Con el tiempo hubo tendencia a diferenciar, por ejemplo en la época del feudalismo había los esclavos y los siervos.

En la iglesia católica, siervo de Dios es el primer grado que se le otorga a una persona que es candidata para ser venerable, luego beatificada y posteriormente canonizada. 

En las Iglesias evangélicas se tiende a lo mismo, cuando se apartan de la palabra y consideran al siervo con un estatus especial. 

La palabra de Dios nos muestra que el Apóstol Pablo se consideraba a sí mismo como un esclavo de los corintios, por amor de Jesús. El Apóstol Pablo fue el objeto del amor de Jesús, y lo mínimo que podía hacer en respuesta es servir a los creyentes como si fuera un esclavo de ellos. Es la única respuesta válida para el gran amor que ha tenido Cristo para los creyentes.

Tremendo ejemplo para tantos “siervos” entre comillas que olvidando que deben ser esclavos de los creyentes, se tornan en amos de los creyentes al punto que demandan que les rindan pleitesía. Olvidando que la grey es la grey de Dios. 1 Pedro 5:2

Pocos son los pastores que viven para las ovejas, muchos son los pastores que viven de las ovejas.

A continuación el Apóstol Pablo reconoce que el conocimiento del glorioso mensaje del evangelio como él lo veía, no era su mérito.

2 Corintios 4:6 Porque Dios,  que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz,  es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.

Mirar al glorioso mensaje del evangelio con la claridad que el Apóstol Pablo lo estaba viendo, no fue mérito suyo, porque tal vez él era más inteligente o más capaz que aquellos que no lo podían verlo así. Todo fue mérito de Dios obrando en la vida del Apóstol Pablo.

Por eso dice, así como con el poder de su palabra Dios mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, en medio de las densas tinieblas en el primer día de la creación, como nos relata Génesis 1, con el mismo poder de su palabra, dice es el que resplandeció en nuestros corazones, Dios hizo que resplandezca la luz del evangelio en la mente de Pablo, con lo cual pudo mirar con claridad la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.

El evangelio tiene como elemento más importante a la persona y obra del Señor Jesucristo, en quien se manifiesta la gloria de Dios, porque es Dios en forma humana.

Cuando se predica el evangelio se predica que Jesucristo es el Señor, y que las buenas nuevas ofrecen como el beneficio más importante a la persona del Señor Jesucristo, el cual es la imagen de Dios; y que en él lo tenemos todo, estamos completos en el  Colos 2:9-10. Si no se logra mirar al Señor Jesucristo como Dios es imposible que alguien pueda llegar a ser salvo.

Por eso los incrédulos no deberían recibir a Cristo como Salvador solamente para librarse del castigo eterno en el infierno. Ni se debe predicar con esa intención.  

Esto fue lo que motivó a Pablo a no pensar de sí mismo como algo digno de ser admirado por la gente, sino simplemente como un esclavo de los seguidores del Señor Jesucristo.

La Iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo, es un maravilloso tesoro, es el evangelio del Señor Jesucristo y lo tenemos en vasos de barro.

2 Corintios 4:7 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro,  para que la excelencia del poder sea de Dios,  y no de nosotros,

Dios ha confiado a hombres frágiles, como el apóstol Pablo y  todos los siervos verdaderos, este tesoro maravilloso que debe ser proclamado, es el glorioso evangelio de Jesucristo. Los vasos de barro de los cuales habla el apóstol Pablo, son Pablo, Timoteo, y todos los siervos que proclaman el glorioso evangelio.

El propósito de Dios de poner este grandioso tesoro  en vasos de barro, nos dice  que es para que la excelencia del poder sea de Dios,  y no de nosotros,

Todos los mensajeros del evangelio, no son sino vasos de barro. Un vaso de barro no es atractivo a la vista y es frágil, pero lo que lleva dentro, el mensaje glorioso del evangelio, es un tesoro incomparable. Cuando hacemos algo en la obra de Dios, la gloria no es para el vaso de barro sino para el tesoro que está dentro del vaso de barro.

Tal vez alguien podría criticar al apóstol Pablo de que le está faltando un poco de auto estima al pensar de sí mismo como un mero vaso de barro, con un tesoro incomparable adentro.

Pero el Apóstol Pablo no solo lo decía,  el presenta las pruebas de esta verdad, que la vivía diariamente, con una vida por sí sola,  poca atractiva y débil, como un vaso de barro, pero con contenido del tesoro invalorable y del poder de Dios obrando en su vida. 

2 Corintios 4:8-9 que estamos atribulados en todo, mas no angustiados;  en apuros,  mas no desesperados; perseguidos,  mas no  desamparados;  derribados,  pero no destruidos

que estamos atribulados en todo, mas no angustiados;… 

El Apóstol Pablo y los suyos fueron atribulados en todo, pero eso no los llevó a la angustia, por cuanto sabían que Dios está en control de la situación.

…en apuros,  mas no desesperados;…

Estaban en apuros, es decir enfrentando situaciones en las cuales no se veía una salida posible, pero eso no les condujo a la desesperación.

…perseguidos,  mas no  desamparados;…

Estaban perseguidos, pero en cada caso de persecución Dios estaba allí con su mano protectora. Jamás fueron desamparados por Dios.

…derribados,  pero no destruidos.

Llegaron al punto de ser derribados, sus enemigos pensaban que ya estaba muerto al dejarlo derribado, pero Dios lo levanto no permitiendo que sean destruidos.

Y luego resume sus padecimientos como vaso de barro en

2 Corintios 4:10 Dondequiera que vamos,  siempre llevamos en nuestro cuerpo la muerte de Jesús,  para que también su vida se manifieste en nuestro cuerpo.

No importa dónde iban, allí enfrentaban gran aflicción por la causa de Cristo. Su constante persecución y sus sufrimientos entendían que no era nada en comparación con las del Señor Jesús, cuya muerte abrió paso a su resurrección.

Esto se hace más evidente en

2 Corintios 4:11 Porque nosotros que vivimos,  siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús,  para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.

Por ser fieles discípulos de Cristo, el Apóstol Pablo y sus compañeros siempre estaban entregados a muerte por causa de Jesús, pero Dios, mediante su poder, estaba siempre protegiendo, de modo que la vida de Jesús se manifestaba en sus cuerpos mortales.

Pero todo eso que estaban pasando, que tuvo que soportar no era nada comparable con el valioso propósito de ganar almas para Cristo. Por eso dice en

2 Corintios 4:12 De manera que la muerte actúa en nosotros,  y en vosotros la vida.

El Apóstol Pablo y los suyos enfrentaban la muerte todos los días, la muerte actuaba en ellos, con las tribulaciones, los apuros, las persecuciones, siendo derribados, pero ellos aceptaban que eso tenía que pasar, por el tremendo propósito de llevar almas a los pies de Cristo, y de esa manera la vida eterna actué en muchos que estaban muertos espiritualmente. Filip 2:17 Num 15:2-5

Así es un  verdadero siervo de Dios;  un hermoso legado de un siervo de Jesucristo es su humildad y el gran amor por el pueblo de Dios, en el ejercicio de su ministerio.

Amen.